Agricultura
En el pasado, la base fundamental de la economía del municipio, se sustentaba en el sector agropecuario. Primaba el cultivo de los cereales (trigo, cebada y millo), legumbres, papas, etc. Debido a las escasas lluvias se construyeron las gavias (sistema de aprovechamiento del agua de escorrentía, un "embalse en miniatura").
A partir de los años 30 empezó el cultivo del tomate y alfalfa, sobre todo en Agua de Bueyes y La Antigua. Debido al frío no resultó rentable la plantación, excepto en la zona de costa como La Guirra.
Desde hace ya algunos años se está cultivando el aloe, con extraordinarios resultados, así podemos ver considerables extensiones de cultivo ocupando la llanura de antigua.
El Aloe Vera y sus propiedades
El áloe es un género de la subfamilia Asfodeloides de las Liliáces, que comprende más de 200 especies. Es originaria de África Oriental y Meridional. Alcanza entre 2 y 3 metros de altura, aunque raramente, hasta 6 metros. Las especies del género de los áloes son casi siempre leñosas, pero con las hojas muy grandes y carnudas, dispuestas en grandes rosetones y con una espina recia en su extremo, armadas de otras espinas marginales más pequeñas. Echan uno o diversos bohordos axilares que rematan en hermosos ramilletes. Las flores son tubulosas, porque las seis piezas que forman la cubierta floral se sueldan todas entre si en un tubo generalmente recto o encorvado algunas veces. Estas flores suelen tener color rojizo, anaranjado o amarillento. Los estambres son también seis, con largos filamentos que arrancan del fondo de la flor debajo del pistilo. El fruto es una cápsula de paredes inconsistentes.
Las hojas, cuya savia se utiliza, son carnosas, miden unos 50 cm de largo, 10 ó 20 cm de ancho y 5 cm de grueso. Si se les hace un corte exudan un líquido acuoso de sabor muy amargo, acumulado en células secretoras que rodean la región cribosa. Ya que la pared celular que las separa es muy delgada, el jugo fluye con facilidad. Hay que cortar las hojas de modo que la secreción pueda recogerse en un recipiente, a continuación se condensa el líquido poniéndolo al fuego o al baño María.
Después de separar la espuma se le vierte en otro recipiente en el que se solidificará. Así es como llega al mercado y se elabora después en forma de preparados galénicos (gotas, píldoras, supositorios, etc...).
Se cultiva, en número de cerca 200 especies, en las laderas soleadas, a menudo en lugares rocosos o pedregosos del Antiguo Mundo, en la mayor parte de África, en Madagascar y en algunos puntos de Asia. Abundan sobretodo, en la región del Cabo de Buena Esperanza. En las provincias del litoral de nuestra Península crecen sin cultivo diversas especies de este género, pero su cabal conocimiento requiere a menudo la técnica especializada de un aloísta.
Sus propiedades terapéuticas son múltiples y variadas, entre ellas destacamos: quemaduras, cortes y heridas, cuidado del pelo y del cuero cabelludo, infecciones, alergias, arañazos y raspaduras, acné, dolores de cabeza, cuidado facial para el cutis, arrugas, tono y textura, etc.
El jugo directo de la hoja es generalmente más potente que el jugo o gel procesados y estabilizados que se obtienen embotellados, pero los productos embotellados son usualmente lo suficientemente potentes para hacer el trabajo y son mucho más convenientes. Además la planta usada sola tiene algunas limitaciones. Debido a que el aloe es por sí mismo astringente, tiende a secar la piel. Los químicos han encontrado ventajoso combinarlo con otros ingredientes activos, tales como las vitaminas A y E, lanolina, alantoína y otros elementos curativos para ampliar e intensificar su efectividad.